22 feb 2009

Wewak

Wewak es un sitio relativamente tranquilo pero en el que la gente no para de advertite sobre la presencia constante de carteristas y maleantes que bajan desde las tierras altas. De día es un sitio muy agradable, con un mercado muy bien abastecido con los productos que vienen de las tierras altas y con las características sombrillas de colores que utilizan aquí para protegerse del sol y de la lluvia. De noche sin embargo, como casi todas las ciudades de PNG las ciudad sufre una transformación y es mejor no salir y quedarse en el hotel para no correr riesgos innecesarios.
Nosotros llegamos al atardecer y en la guesthouse no tenían sitio. La dueña, después de ver la hora que era y de pensárselo dos veces, nos ofreció un alojamiento en una de las alas que estaban reformando y que tenía todos los materiales de obra en el suelo.
Nosotros nos pasamos toda la noche charlando con el dueño del hotel (Gabriel al igual que nuestro amigo canadiense) y con algunos de los inquilinos; ellos estaban interesados en ver la ceremonia de investidura de Obama así que nosotros nos fuimos a dormir. Él nos dijo, pueden cerrar la puerta desde el interior y dejar la de la calle abierta que así puedo entrar. Yo andaba desvelado así que estaba oyendo música. De pronto a las 3 de la mañana empezamos a oír un ruido fortísimo en las paredes. De pronto la pared de madera se abrió y apareció a través de ella Gabriel como si fuera el mismísimo increíble Hulk. Se tropezó con la mochila de Nuria, se cayó al suelo (yo creo que también llevaba un par de cervezas) y sin mediar palabra se metió en uno de los cuartos a dormir. Lo más curioso del tema fue que al día siguiente estuvo hablando otra vez con nosotros y no comentó ni palabra del asunto, como si fuera algo absolutamente normal.
Tuvimos algún problema para conseguir plaza en los barcos que iban con dirección a Madang porque los estudiantes están volviendo a la universidad para retomar sus estudios después de las vacaciones de Navidad así que al final sólo conseguimos plaza en primera clase. Esta vez el barco si iba hasta los topes, los pasillos eran simplemente intransitables.
Llegamos bien entrada a nuestro ultimo destino en PNG, la ciudad de Madang que es para ellos la ciudad más bonita del país.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya me acabo de enterar que has visto seres que atraviesan paredes sin tener la etiqueta de fantasmas.
¡Ños! Desde luego el viaje ya pocas sorpresas y vivencias nuevas te puede proporcionar, hasta yo soy capaz de beber cerveza con tal de atravesar la caja fuerte de esas personas que tienen el dinero almaceado por la pura satisfacción de tomarle el pelo al fisco. que mundo mas pintoresco o será que ahí se gastan poco dinero en hacer paredes y ponen fantasmales compartimentos. Me quiero imaginar que esta vez publiques un libro, incluyendo tus anteroiore andaduras, para asi poder tener uno cada uno de tus familiares y conocidos. Es cuestión de plantearselo, no?. Ya sólo nos separan escasas tres semanas, y unos cuantos miles de kilómetros.Abrazos y disfruta de los que te queda. a.p.a.p.